jueves, 1 de abril de 2010

Lo que importa es el contenido, no el titulo.

Bueno, si ahora me pidieran que resumiera mi vida desde que cumpli los diezyseis, solo tengo una palabra: equivocada.
He fallado a mucha gente (incluida a mi misma), no siempre me he portado cómo debería, y, directa o indirectamente (indirectamente) he hecho daño a la gente que me importa.
En mi defensa, diré que ha sido un mes muy complicado y, cosas que en su momento me parecieron acertadas, ahora son un error.
Con esto no quiero excusarme, porque es inexcusable, pero si me gustaria decir que lo siento. Profundamente.
Nunca quise hacer daño nadie, y no entiendo como las cosas han podido desembocar en esto.
Nunca es fácil pedir perdón, ni admitir tu equivocación, pero si me esta pasando todo esto, es que me he equivocado.
Tampoco es fácil contentar siempre a todos y al mismo tiempo. Y yo no sólo no he contentado a todos, sino que he decepcionado a la inmensa mayoria.
Siento haberos fallado.

2 comentarios:

  1. Fallar es normal.
    Incluso es bueno.

    Equivocarse, equivocarse es precioso.
    Equivocarse deja un sabor amargo en la boca que ninguna otra cosa deja.
    Te hace sentir mal, pero te hace sentir bien.

    Sueñas con cambiar el pasado?
    Piensa en el futuro.
    Hay tantas cosas por venir.
    Tantos aciertos y tantos errores.
    Siempre conviene qquedarse con lo mejor de cada casa.

    No hacer daño, también es imposible.
    Pero creo que ese es un tema que yo no debería tocar.
    Lo siento.
    Sabes de qué hablo.
    Lo sabes muy bien, soy cabezota e incotrolable, pero tal como están las cosas, no es que no se puedan cambiar, es que no se deben cambiar.
    O quizás es que no quiero cambiarlas.
    No sé hasta qué punto llega mi egoísmo, pero pretendo que no os roce a los demás.

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  2. Se dice que el roce hace el cariño.

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Las palabras se tornan superfluas.