jueves, 30 de mayo de 2013

Hasta aquí

Hasta aquí hemos llegado. Hasta aquí lo que me llevo.
Y hasta aquí esa sensación de que todo es mentira. Es mentira que en 9 meses quepan tantas cosas. Es mentira que ayer no fue 10 de Septiembre. Y si no es mentira, es improbable.
He aprendido que lo improbable y lo imposible no son lo mismo ni parecido.
He aprendido a bailar bajo la lluvia. Bueno, he aprendido a vivir bajo la lluvia Compostelana. Y eh, sin un paraguas  He aprendido que 7 desconocidas pueden volverse amigas de toda la vida. He aprendido que nada es trivial. He aprendido que todo es más fácil acompañado. He aprendido a llorar de felicidad y de risa. Eh, he aprendido a integrar. He aprendido que el hogar lo hacen las personas. Y que te puedes sentir en casa, fuera de ella. He aprendido a sentir la física más allá de las ecuaciones. He aprendido que es mentira que tus amigos se parecen a ti. He aprendido que lo que no te mata te hace más fuerte. He aprendido que 10 cafés y 5 red bulls en un día no te matan, pero casi. He aprendido que si vale la pena, nunca será fácil. He aprendido que vale la pena. He aprendido a levantarme después de caerme. He aprendido a volverme a levantar. He aprendido que todo es relativo, sobre todo el tiempo. He aprendido lo largas que son las noches y lo cortos que son los años. He aprendido a hablar alemán. Por lo visto también he aprendido a mentir. He aprendido a olvidar. He aprendido a echar de menos el mar, he aprendido a echar de más la lluvia. He aprendido que un año no cabe en 4 cajas de cartón por muy grandes que sean, y aún así me empeño a guardarlo todo ahí. He aprendido lo que es Santiago de Compostela. Y eh, me gusta.

He aprendido que lo único que me consuela de irme, es volver.
Hasta aquí Mayo, hasta aquí el curso. Hasta aquí Santiago. Por Ahora.

Gracias.