domingo, 8 de mayo de 2011

Toma nota

Aunque el amor sea amargo, los besos siempre son dulces, y las caricias siempre saben a poco:
(...)
No te llenes la boca con reproches si aún te queda en la copa un úlimo trago.
No te pidas otra cerveza, no te acabes el ron.
No dejes que sus lágrimas resbalen por tu conciencia.
No cierres de un portazo si te has dejado las llaves dentro.
Si quieres aclararte las ideas, no te entierres en el sucio bar de la esquina.
No te olvides quien te quiere, no saques de billetera.
No dejes que el sol amanezca en la cama de otra.
(...)
Esconde la noche debajo del felpudo y vuelve a pedir perdón, como cada amanecer...

(...)


Pd.: Y no importa lo que hagas, ni lo poco que te arrepientas; porque yo, te volveré a perdonar.