domingo, 11 de abril de 2010

Haré del optimismo mi modo de vida.

Querida Eustaquia:
No te pido esto como un favor personal, porque a ti nunca te gustaron mis costumbres y asi mismo nunca me gustó tu forma de ser.
Hace años que no te veo, y no será de mi agrado volver a verte, pero por favor, devuelveme mi cajita de amaneceres.
Yo antes tenía una cajita donde guardaba mis amaneceres, para asi cada día poder estrenarlos..y que olieran a nuevo.Antes mis amaneceres tenían color, cada día un color diferente, único e irrepetible, no habia dos amaneceres iguales. Antes me levantaba cada mañana y dejaba que un amanecer diferente se escapara de mi cajita y colmara el cielo.
Cómo ya te he comentado, a veces eran exposiciones de color, otras de sensaciones y, en otros casos, de emociones...
Me maravillaba la idea de contemplar cada día un nuevo amanecer, espero que entiendas de lo que te hablo.

Pero tú viniste y me robaste mi cajita, te llevaste mis amaneceres y mi sonrrisa de por la mañana. Te llevaste el inicio de mis días, y sin empezarlos no sé como acabarlos, y en lugar de mis brillantes amaneceres me dejaste esto.
Un amanecer apagado que huele a usado. Un amanecer con una sóla tonalidad que se repite continuamente, sí, tu ya sabes de que color te hablo. Gris.
Un amanecer triste, incisivo, lloroso, rencoroso con la mañana.
Por favor:
DEVUELVEME MIS AMANECERES.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Las palabras se tornan superfluas.