domingo, 3 de octubre de 2010

Con los pies en la tierra se sueña peor

Yo iba siete escaleras más atrás, y supuestamente era yo la emocionada por ver París a mis pies.
El Sena, la torre Eiffel, Notre Dame, el Moulin Rouge.
Sin aliento, llegué hasta arriba. De frente me encontré el Sacre Coeur ( guau ) y a mi espalda me esperaba PARÍS.
Me di la vuelta. El rostro se me desencajó.No me lo podía creer.
A duras penas se distinguía la torre Eiffel. Las nubes habían tomado el control de aquella ciudad.
Oí tu risa a mis espaldas. Gruñí por lo bajo, o quizá no tan bajo.
-Mira, yo vivo allí- Miré donde indicaba tu dedo. Pero mira que eras raro...
-¡Pero si allí no se ven más que unas cuantas nubes!
-Lo sé, es aquella, la pequeña y esponjosa.
Te miré con ojos desorvitados. Me devolviste una mirada de pronóstico reservado y sonreiste.

Vaya. Yo siempre había sido una persona con los pies en el suelo, pero en aquel momento no hubo nada que me pareciera más maravilloso que el hecho de vivir en el ático de París.

1 comentario:

  1. Las nubes guardan todos nuestros sueños, se hacen con ellos y les dan alas.

    No dejes que se te escapen las nubes, o perderás todas tus ilusiones con ellas.

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Las palabras se tornan superfluas.