sábado, 11 de septiembre de 2010

No lo entiendo.

No soy capaz de comprender y mucho menos ordenar la maraña de sentimientos y emociones que se extienden por mi ser. Y no soy capaz de entender por qué ahora mismo estoy tan profundamente furiosa. No comprendo por qué tengo ganas de romper con todo y no me explico la sensación de malestar que me está invadiendo. Y tengo miedo, porque no me entiendo.

Porque a simple vista, soy feliz. A simple vista no tengo motivos para no serlo, pero siempre se puede profundizar; profundizar tanto que ni siquiera yo soy cápaz de intuir hasta donde podríamos llegar.
Para empezqar, podría decirte que tengo días raros. Por ejemplo, podría decirte que hace veinte minutos estaba tumbada en mi cama, sumida en la más absoluta oscuridad y melancolía recitando de memoria los escasos ( escasísimos diria yo ) poemas que me sé de memoria. Y de repente la furia y la frustración se han apoderado de mi.. Y esa ira ha ido aumentando a medida que he encendido la luz y ha medida que intentaba recordar las razones por las que a simple vista era feliz, me he quedado en blanco.

1 comentario:

  1. Me pasa también, además a menudo. Quizás sea por lo que dicen los adultos: época de cambios y hormonas. Pero el caso es que un bajón me nubla, y no entiendo por qué. Aparentemente todo sigue igual, todo rebosa felicidad, pero no sé por qué hay algo que impide que esa felicidad se me transmita. A lo mejor fue un simple grito, un simple miedo, una simple mirada o incluso un simple suspiro. Algo insignificante me derrumba, sin razón aparente, y toda la muralla que había construído, esa muralla que escondía mis sentimientos y que yo pensaba que era fuerte, es destruída.
    Pd: Me ha quedado bonito :3 Lo voy a publicar aquí en tu blog para que todos vean lo bonito que es^^

    ResponderEliminar

Las palabras se tornan superfluas.