sábado, 27 de febrero de 2010

LLueve, mucho y muy fuerte.

¿Que quieren esas grisáceas nubes

que con testarudez se agrupan en torno a mis añoranzas?

¿Qué anhelan las tormentas que con terquedad

se desencadenan cada 14 de Febrero?

¿Qué buscan las galernas

que remueven con insistencia los cimientos de mi pasado?

La tempestad arrasa y devasta con todo,

si lo que quiere es pulverizar mis recuerdos,

con gusto dejare que estalle en mi memoria.


2 comentarios:

Las palabras se tornan superfluas.