
Yo sé que le tienes demasiado aprecio a vida, y que no crees en los
momentos; sé que tienes tanto miedo de equivocarte, que nunca aciertas; también sé que te gusta escuchar, pero sólo hablas alto; que tengas tanto miedo de vivir tu vida que te olvides de vivirla. Y es curioso, cuanto menos, que seas tú el que crea en la eutanasia, y no te acobardes ante un cancer. Y es curioso, que sea tú quién me lo tenga que recordar...
-La vida, es una enfermedad terminal.